La aplicación de una aguja a grado cien bajo cero es una forma eficaz de eliminar las células de los tumores criados en los pulmones. Este sistema, la crioablación, se utiliza con tumores de otras partes del cuerpo, principalmente de próstata y riñones. Un equipo de la Universidad UCLA ha estudiado la eficacia del mismo sistema para los cánceres abiertos a los pulmones. Los resultados han sido presentados en el último congreso de SIR. Los médicos introducen la aguja hasta el lugar donde se encuentra el tumor guiado por imágenes de rayos X, donde con un gas se enfría rápidamente la aguja. Esto produce cristales de hielo en las células del tumor, coagula la sangre en esa zona concreta e inicia la apoptosis, es decir, la muerte de las células. La muerte de las células interrumpe la extensión del tumor. El efecto del frío es exclusivo de la zona donde se encuentra el tumor, lo que es muy importante en el caso del pulmón, ya que el tejido circundante es muy sensible. En las pruebas realizadas por la Universidad de la UCLA, tras 27 sesiones por paciente, han muerto todos los tumores. Esto no quiere decir que se cure el cáncer, pero con la eliminación de los tumores se espera que la vida del paciente se alargue.