Investigadores de la Universidad de Copenhague han publicado una teoría sobre la resistencia de las bacterias a los antibióticos. Parece ser que los antibióticos que se expulsan constantemente por medio del sudor han dado lugar a bacterias resistentes que viven en la piel. Las pruebas para la verificación de la teoría se han realizado con antibióticos denominados cefalosporinas, muy utilizados para curar infecciones respiratorias y urinarias. La cefalosporina de tercera generación comenzó a utilizarse en la década de los 80, cuando las bacterias empezaron a ser resistentes, y según los investigadores de Dinamarca existe una relación directa entre ambos fenómenos.