Los meteoroides que entran a la atmósfera de la Tierra no dejan sólo una huella brillante en el cielo. Al parecer, también influyen en la climatología, sobre todo en la caída del meteoroide.
Esta es la conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores en la revista científica Nature, tras analizar la influencia de un meteoroide que cruzó la atmósfera el año pasado en la zona de Tasmania. El meteoroide tenía un diámetro de diez metros y al entrar en la atmósfera se deshizo en pequeños fragmentos por fricción. Sin embargo, una vez analizados los tramos, se dieron cuenta de que eran más grandes de lo esperado ya que medían 0,41 micrómetros.
Las partículas de esta medida pueden permanecer en suspensión meses en los que absorben y dispersan la luz del Sol. Según los investigadores, esto influye directamente en el clima del lugar de caída del meteoroide. De hecho, señalan que la influencia de un meteoro de 100 metros de diámetro sería similar a la del volcán Pinatubo de Filipinas. Asimismo, los meteoros que caen cerca del ecuador son los que tienen mayor influencia en el clima, ya que es donde más energía solar recibe.