El nivel del Mar Muerto ha descendido muy rápidamente en los últimos 30 años. Según un estudio realizado por expertos de la Universidad de Darmstadt, el consumo excesivo de agua en los principales ríos que llegan al mar, Jordan y Yarmou, puede suponer un peligro de sequedad del Mar Muerto. La agricultura y la industria del potasio son los sectores con mayor demanda de agua, y existe una gran necesidad de agua tanto para la generación de electricidad como para el acceso al agua potable.
Para hacer frente a esta situación hay proyectos de dos canales, uno para traer agua del Mar Rojo y otro desde el Mediterráneo. Según los expertos de Darmstadt, el bombeo de agua de estos canales será más caro de lo previsto. Además, se propone modificar el modelo de distribución del agua del río Jordan, reforzando entre otros aspectos el proceso de desalación del agua para generar agua potable. En definitiva, dicen que hay que hacer cambios profundos para que el agua del Mar Muerto no se agote.