Ayer era un día importante para la misión ExoMars. Esta misión constaba de dos partes: por un lado, el satélite TGO debía situarse en la órbita de Marte y, por otro, el módulo Schiaparelli debía "aterrizar" en Marte.
Ambas maniobras eran complejas, especialmente la de Schiaparelli, ya que comenzaría el viaje a la superficie de Marte a muy alta velocidad, y la clave era perder la velocidad de forma controlada para llegar a la superficie total. Pues bien, según los datos que tienen hasta el momento, la ESA no ha podido confirmar si llegó completamente. Por el contrario, reconoce que hubo problemas en la frenada.
Según han explicado los ingenieros de la ESA, aunque en la primera parte del viaje todo salió como estaba previsto, desde que se abrió el paracaídas las cosas se complicaron. Los motores de frenado sólo funcionaron durante unos pocos segundos y al parecer no se encendían todos. Por tanto, no es seguro que haya podido alcanzar la superficie a una velocidad adecuada. Además, Schiaparelli dejó de emitir la señal 50 segundos antes del momento en que se había calculado que iba a tocar la piel.
Los datos enviados hasta la fecha, así como los recogidos por todas las antenas de la ESA en torno a Marte, se están analizando y comunicarán en los próximos días esta información. Los de la ESA han asegurado que, antes o después, podrán aclarar lo sucedido con Schiaparelli.
En cualquier caso, el de ayer ha sido considerado un éxito por parte de la ESA. Además de destacar la correcta ubicación del satélite, se ha afirmado que lo ocurrido con el módulo Schiaparelli será de gran ayuda para el año 2020. Precisamente, el objetivo de la ESA es poner entonces un vehículo y saber cómo han funcionado los sistemas ahora ensayados será fundamental para ajustar las maniobras que tendrán que realizar.