Percibimos sonidos gracias a los canales de iones

Aunque era conocido en el caso de la vista, el olfato y el tacto, hasta ahora la base molecular del oído era totalmente desconocida. Nadie sabía cómo los estímulos mecánicos que caracterizan las células del oído, como el sonido y el movimiento, se convertían en una señal eléctrica inteligible para el cerebro. Hay que tener en cuenta que el cuerpo transporta la información hasta el cerebro sólo como señal eléctrica. Pues bien, en esta nueva investigación han descubierto que la conversión de la señal la realizan unas proteínas que se encuentran en células sensoriales del oído, que tienen forma de canal.

De hecho, las células sensoriales tienen un montón de estructuras pilosas hacia el exterior. Cuando reciben un estímulo mecánico, los pelos se mueven y varios iones fuera de la célula entran dentro de la célula. El flujo iónico se produce a partir de proteínas en forma de canales que convierten la energía mecánica en energía eléctrica.

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