No era fácil, pero todo ha salido como esperaba: La sonda Insight llega a la llanura de Elisium Planitia. Se trata, por tanto, de la octava misión de la NASA que llega a Marte. Sus objetivos son analizar la estructura interna y el flujo térmico del planeta, medir las ondas sísmicas y aclarar su origen.
Entre las herramientas que utiliza para ello, destacan el sismógrafo (SEIS), la sonda de medida de flujo térmico (HP3) y el experimento de medición de parámetros asociados a la rotación (RISE). Los datos obtenidos servirán, además, para comprender la creación y evolución de los planetas rocosos.
En principio, la misión se prolongará hasta el año 2020, aunque es posible que se alargue si transcurrido este tiempo las herramientas siguen funcionando correctamente. Si fuera así, no estaría solo, ya que se espera que ese año lleguen otras cinco misiones.