En 1993 el gobierno de Indonesia prohibió el uso del DDT. Sin embargo, lo que no quiere para casa, lo da al vecino. De hecho, ha regalado 100 toneladas de DDT a Nepal. En esta ocasión, además, la Organización Mundial de la Salud, principal responsable de la salud mundial, pagará el transporte de DDT. ¡Una forma muy especial de cuidar la salud de los Nepal!
Aunque el DDT se utilizará para controlar el mosquito anofele que contamina la malaria, en este caso se puede aplicar lo que dice el dicho antiguo: el pan de hoy, el hambre de mañana. El DDT es tóxico para animales y personas, se acumula en el cuerpo y permanece en el medio ambiente unos veinte años sin degradarse. (Noticia de Panos.)