Según tres artículos publicados por la revista científica Nature, los dos terremotos ocurridos el pasado 11 de abril en el Océano Índico son una señal de que se está produciendo una nueva frontera entre placas tectónicas.
Los sismólogos tenían la sensación de que la placa indoaustraliana se estaba fragmentando desde la década de los 80, y los modelos informáticos desarrollados por los terremotos e investigadores posteriores han confirmado esta sospecha. Los investigadores han calificado estos terremotos de abril como pruebas claras.
Se explica que la mayoría de los terremotos se producen cuando ambas placas chocan entre sí. Sin embargo, los terremotos también se producen cuando dos placas se desplazan horizontalmente a través de una falla, aunque las anteriores son menores. Sin embargo, el 11 de abril fue terrible, y las réplicas que se produjeron en los próximos días fueron más duras que las habituales, según los investigadores.