Hay una manera de tener más éxito en la fecundación in vitro: introducir las mitocondrias del óculo de otra mujer en el óvulo que se quiere fecundar. Sin embargo, esta técnica plantea problemas éticos, ya que el embrión resultante contiene material genético de tres personas (madre, padre y mujer que ha dado mitocondrias).
Sin embargo, algunos médicos taiwaneses encuentran una solución. Parece que el mismo resultado se consigue introduciendo en el óvulo las mitocondrias de otra célula de la misma mujer. De hecho, los investigadores han introducido en el óvulo 5.000 mitocondrias de una célula ovárica, el 5% de las mitocondrias que contiene. El óculo ha sido fecundado en el laboratorio y colocado en el útero de la mujer.
De las 71 mujeres, el 35% se quedó embarazada inmediatamente y nacieron 20 niños. Se intentó por delante con el mismo grupo de mujeres, pero sin la ayuda de las mitocondrias, cuando sólo un 6% se quedó embarazada. Parece ser que la clave del éxito está en la energía que proporcionan las mitocondrias adicionales.
Por otro lado, en la fecundación in vitro, los médicos estadounidenses han llegado a la conclusión de que no es conveniente instalar más de un embrión en el útero. Hasta ahora se establecían más de uno con el fin de garantizar que algún niño iba a nacer. Sin embargo, con los avances actuales, esto no es necesario, por lo que los expertos consideran mejor establecer un único embrión.