Carne in vitro pronto en plato

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El objetivo de los investigadores no es crear un músculo, sino crear tejido muscular para hacer hamburguesas, por ejemplo. Ed. Fundación Elhuyar

En seis meses conseguirán la primera salchicha in vitro. Mark Poste, fisiólogo de la Universidad Maasstricht, pionera en este campo, ha realizado esta previsión en un reciente congreso celebrado en Gothenburg. En el congreso, los investigadores internacionales expusieron los últimos trabajos para la producción de carne in vitro y, aunque algunos de ellos tomaron escepticismo lo que Poste dijo, la predicción ha tenido un eco considerable en los medios de comunicación.

Mark Poste ha explicado que han conseguido tiras musculares de 2,5 centímetros de largo y 0,7 de ancho con suero de feto de caballos criado por células madre de cerdos. Para ello, primero cogen células madre de los músculos de los cerdos y luego las crían en el laboratorio en un soporte tridimensional. El soporte es un polímero biodegradable que puede adoptar cualquier forma. Las células se aplican manteniendo dos puntos para que crezcan en tensión y les suministran todos los nutrientes necesarios para crecer.

Poste ha afirmado además que también aportan estímulos eléctricos a las células, por lo que se contraen y producen más proteínas que con la mera presencia en tensión. Sin embargo, su objetivo no es crear un músculo con vasos sanguíneos, sino para fabricar tejido muscular, salchichas o hamburguesas, por ejemplo.

Sin embargo, el investigador reconoce que también tienen problemas. Una de ellas es la limitada capacidad de crecimiento in vitro de las células madre del músculo porcino: Tras 20-30 reproducciones pierden esta capacidad. Esto obliga a extraer nuevas células madre de los músculos de los cerdos. Además, deben mejorar mucho la eficiencia del método, ya que la producción de in vitro es mucho más costosa que la de carne convencional.

Según los investigadores de la Universidad de Maasstricht, la carne in vitro tiene dos ventajas principales respecto a la carne normal: por un lado, no hay que matar ganado -- pain-free meat, es decir, carne sin dolor, y por otro, consume menos energía y genera menos residuos que los cultivos convencionales.

Tardará mucho en comercializarse, entre otras cosas porque tendrán que demostrar que es seguro para la salud, pero si llega, la última palabra la tienen los consumidores. Y ya han aparecido opiniones contrarias a la carne de frankstein.

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