Imán especial

El imán sin metal es teóricamente imposible, pero es lo que han descubierto en París el científico Andre Rassat y sus colegas. El imán es un compuesto orgánico formado por carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno. Es un cristal molecular organizado regular y ordenadamente por la molécula orgánica básica.

Este imán necesita una baja temperatura para mantener sus características, con un máximo de 1,5 K, es decir, un grado t’medio superior al cero absoluto. A partir de ahí no tiene un comportamiento ferromagnético, o lo que es lo mismo, deja de ser un imán. Aunque la temperatura es muy baja, es el imán orgánico más “caliente” que se ha encontrado hasta ahora.

El imán conseguido por Andre Rassat y sus compañeros no se ha conseguido por casualidad, sino por muchos esfuerzos. De hecho, llevan tiempo tratando de conseguir cristales moleculares con propiedades magnéticas. Estas características proceden de dos grupos NO. Cada uno de ellos está formado por un átomo de nitrógeno y uno de oxígeno, situados en la molécula básica del cristal.

Cada uno de estos grupos NO tiene momento magnético y se comporta como un imán elemental. El problema ha sido la obtención de moléculas por síntesis, pero de forma que se acumulen periódicamente en el cristal y se combinan geométricamente los momentos magnéticos de cada grupo NO.

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