Según un estudio realizado por la Academia China de la Ciencia, el agua recientemente descubierta en la Luna podría afectar negativamente a la actividad de los telescopios. Las conclusiones del estudio se han presentado en el Congreso Europeo de Ciencia Planetaria, Roma.
El año pasado, la sonda LCROSS enviada por la NASA encontró agua en la Luna y el descubrimiento provocó una sorpresa, ya que hasta entonces la Luna era un desierto seco. Este agua se evapora a la luz solar y se descompone por efecto de la radiación ultravioleta. Así se forman las moléculas de hidrógeno e hidróxido.
Pues bien, los investigadores han recalculado el número de moléculas de hidroxilo que podrían estar presentes en la "atmósfera" de la Luna, descubriendo que la cantidad de agua que hay en la Luna es entre dos y tres veces mayor de lo esperado. Advierten que este vapor de agua sería suficiente para dañar la función de ciertos telescopios. Como ejemplo se ha mencionado la sonda de luna china Chang´e-3 que se quiere lanzar en 2013. En la sonda se pretende instalar un telescopio astronómico ultravioleta que actúe sobre la superficie de la Luna bajo la luz del Sol y que reciba energía de los paneles solares.
En determinadas longitudes de onda de los ultravioletas, las moléculas de hidroxilo provocan dispersión. "Nuestros cálculos sugieren que esta dispersión contaminará, distorsionará, hará las observaciones de los telescopios situados en la Luna", explica el responsable del estudio, Zhao Hua.