Según una decisión adoptada por la Unión Europea, los vehículos que ya no se utilicen tendrán la consideración de residuos peligrosos a partir del 1 de enero de 2002. En Europa, en la actualidad, más de diez millones de vehículos se deshacen cada año.
Sin embargo, aunque son muchos los que se llevan al desguace, son muchos los vehículos que se abandonan en cualquier lugar.