Físicos de la Universidad de Arizona han abierto la posibilidad de realizar hologramas variables desarrollando una pantalla de polímero fotorrefractario. Según los expertos, este material supone una revolución en el ámbito de los hologramas, ya que la imagen que muestra puede ser renovada cada dos segundos; es la misma idea que los fotogramas de una película, aunque por el momento la frecuencia de renovación es demasiado baja para hablar de películas.
Los hologramas se utilizan en la vida cotidiana, por ejemplo, en tarjetas de crédito de forma estática. Muchos tienen el efecto de las fotos tridimensionales, para conseguirlo, en lugar de aprovechar la luz que reflejan los objetos representados, utilizan la interferencia de los reflejos de la luz de dos láseres. Los físicos de Arizona aseguran que la información de estas interferencias se puede digitalizar y enviar a distancia, de forma que con el nuevo material se puedan crear emisiones de televisión tridimensionales si consiguen aumentar la frecuencia de renovación de los hologramas.