Desde 1978 los científicos (y los no científicos) están preocupados por la disminución de la capa de ozono en la estratosfera (entre 20 y 45 kilómetros de altitud). Se realizan mediciones anuales y se han tomado medidas para paliar el problema (prohibición de productos con CFC, por ejemplo).
Sin embargo, los científicos empiezan a preocuparse también por la presencia de ozono en la troposfera (entre 10 y 15 kilómetros de altitud), a pesar de que apenas se oye nada en periódicos y revistas. Sabemos que en la estratosfera el ozono nos protege de los rayos ultravioletas del sol, pero en la troposfera el ozono puede ser perjudicial para nuestra salud. Esto se debe a que provoca irritación de ojos y faringe y problemas respiratorios. Además, las plantas se ven afectadas por la necrosis de las hojas.
El ozono se forma por la fotooxidación de la mezcla de algunos compuestos químicos en la troposfera. Metano (CH4), monóxido de carbono (CO) y compuestos orgánicos volátiles (terpeno, isopreno, etc.) Se fotooxidan en óxidos de nitrógeno. Para que se produzca esta reacción, en primer lugar, debe existir un nivel de concentración de óxidos de nitrógeno en el aire, lo que supone quemar combustibles fósiles (en vehículos, centrales térmicas, etc.).
Cuando la concentración de óxidos de nitrógeno está comprendida entre varias decenas de ppt (partes por trillón) y partes de ppb (partes por billón), la oxidación de CO, CH4 y compuestos orgánicos volátiles mediante reacciones produce ozono. Sin embargo, cuando la concentración de óxidos de nitrógeno es superior a unos ppb, las reacciones de oxidación se ralentizan y inhiben la producción de ozono de los óxidos de nitrógeno. Por ello, la mayor concentración de ozono en la atmósfera contaminada no se da en la zona de mayor contaminación (donde la concentración de óxidos de nitrógeno es mayor), sino a decenas de kilómetros de la fuente de contaminación. En París, por ejemplo, la mayor concentración de ozono en el centro de la ciudad y al suroeste se encuentra hacia Rambouillet (a veces con concentraciones superiores a 150 ppb, seis veces superiores a París).
La concentración de ozono en la Troposfera se ha multiplicado por cuatro en el hemisferio norte y se ha duplicado en el sur. En el conjunto del planeta, la concentración aumenta un 1% o un 2% de media anual, por lo que habrá que tomar medidas drásticas para mantener este tipo de contaminación.