Recordar los riesgos que pueden derivarse de los saltos de nieve en invierno no es inútil. Uno de estos riesgos es la hipotermia, es decir, bajar la temperatura corporal por debajo de 35 locales.
Por debajo de 27C se crea coma y por debajo de 24C se produce una muerte aparente, es decir, se detiene el corazón y se interrumpe la respiración.
Si acercamos un trozo de vidrio a la boca del accidentado, no se observará el vapor.
Pero cuidado, la muerte no es más que aparente. El doctor francés Lacroute ha explicado en una revista especializada que la situación del cuerpo antes mencionado puede resultar muy engañosa. Los síntomas de una persona con una gran hipotermia son del fallecido, pero una muerte aparente puede dar la vuelta a la vida y, además, puede salir al hospital sin consecuencias negativas.
Cuando el frío es muy intenso, el frío protege al cerebro, aunque no haya circulación de oxígeno o sangre. Por lo tanto, hay que estimular a estas personas y, mientras no se vea otra cosa, se considera que están en una muerte aparente. En ningún caso se realizarán sesiones de recuperación en el lugar del accidente. Siempre hay que trasladar al accidentado al hospital. Hay que calentarlo escalonadamente y poco a poco. Si no, puede morir de verdad.
Tras su lectura, San Bernardo cuestiona si el papel de los famosos es beneficioso o no. Hay quien dice que la rapidez de intervención de estos perros puede no salvar a la gente y matarla.