¿Más cerca la vacuna contra el sida?

Debido a la enorme capacidad de mutación del virus del sida, las vacunas tradicionales, es decir, las que se basan en la formación de anticuerpos, no han conseguido prevenir la enfermedad. Por ello, los estudios de los últimos años se han dirigido a la realización de vacunas con un comportamiento similar al sistema inmune. En esta línea, investigadores de los laboratorios Merck introdujeron el ADN del virus del sida de los monos (SIV) en la superficie del VIH. En un principio, la vacuna con este virus (SHIV) dio muy buenos resultados en los monos: Tras 40 días, los rayos insertados no pudieron detectar un número tan reducido de virus. Por el contrario, 13 de los 14 monos del grupo de control desarrollaron la enfermedad. Sin duda, era el mejor resultado obtenido jamás.

Sin embargo, según un grupo de investigadores de la facultad de Medicina de Harvard, la vacuna no es tan efectiva como se pensaba al principio. Ellos han probado una vacuna similar y, a pesar de que tras dos años 7 de cada 8 monos estaban vivos, el octavo murió tras 6 meses. Al parecer, un gen concreto del SHIV fue mutado, por lo que las células T del sistema inmune del mono perdieron la capacidad de conocer el virus SHIV.

Según los investigadores de Merck, para conseguir una vacuna eficaz es necesario aumentar el número de proteínas que las células T pueden conocer. De este modo, a pesar de producirse una mutación, las células T buscarían otras proteínas ya que es muy difícil que todas las proteínas se mutaran al mismo tiempo. Por otro lado, las sesiones que se han llevado a cabo hasta el momento en los monos no han podido saber qué resultados daría en humanos.

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