Confirman la curación del sida mediante un trasplante de médula ósea
Por segunda vez consiguen curar a un paciente con SIDA. Fue sometido a un trasplante de médula ósea, ya que contaba también con el linfoma de Hodgkin y necesitaba para sobrevivir. De paso, le trasplantaron la médula ósea de una persona resistente al virus VIH, es decir, con una mutación D32 que impide la entrada del virus en receptores CCR5. Tras el trasplante, los investigadores no han visto restos de virus: ni en la sangre, ni en los depósitos. Y desde que le hicieron el trasplante, no ha habido virus, ni siquiera tras dejar de tomar medicamentos retrovirales. De todas formas, los investigadores del grupo de trabajo ICISTEM han reconocido que es necesario esperar más tiempo para asegurarse de que es prudente y totalmente curado.
Hace diez años consiguieron por primera vez curar a un paciente con SIDA en Berlín. En él fue casi por casualidad. Sin embargo, este nuevo caso confirma que es posible gracias al aumento de las expectativas. El camino no ha sido fácil, se ha probado con 5-7 pacientes en los últimos diez años a nivel mundial, pero no ha salido bien, ya que son pacientes con altas tasas de mortalidad: algunos han muerto por infecciones, otros el virus ha buscado otro receptor alternativo para entrar en linfocitos…
“Lo que está claro es que el trasplante no puede ser un tratamiento curativo del sida”, ha afirmado el investigador Jon Badiola y miembro del equipo de trabajo ICISTEM. “Este procedimiento tiene una tasa de mortalidad muy alta y con los medicamentos actuales ya hemos convertido el sida en una mera enfermedad crónica”. El investigador considera que sólo tiene sentido en pacientes con SIDA y que a su vez padezcan cáncer y necesitan un trasplante.
Badiola investiga en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, con el fin de aclarar cómo este tipo de trasplantes curan el sida. “Tenemos que saber exactamente qué ha ocurrido en estos dos pacientes: qué mecanismo ha utilizado el cuerpo para localizar y matar estas células de los depósitos. De este modo, si comprendemos y copiamos este mecanismo, podremos desarrollar otra terapia celular, un tratamiento con menor toxicidad. Válido para todos los pacientes con SIDA”.
Badiola y sus compañeros también realizan este tipo de trasplantes, pero sin mutaciones D32. De hecho, se ha comprobado que un simple trasplante de médula ósea reduce considerablemente este depósito oculto de virus. “Si controlamos la replicación del virus con medicamentos actuales, si morimos de quimioterapia todos los linfocitos del paciente y le hacemos un trasplante de médula espinal, los linfocitos no se reinfectan. Debemos aclarar el mecanismo que hay detrás del trasplante”.
Información adicional:
El médico Jon Badiola, con tratamiento del sida.
Entrevista a la viróloga Eva Poveda.
Zu idazle
Zientzia aldizkaria
