KawaZulu-Natal es una de las zonas más pobres del sudeste africano. Allí, la prevalencia del sida es muy elevada, el 29% de los adultos es seropositivo y el porcentaje es mucho mayor entre las personas de 30 a 49 años: Casi la mitad de las mujeres de 30 a 49 años son seropositivas y un tercio de los hombres de 35 a 49 años.
En el año 2003, el Departamento de Sanidad puso en marcha un programa de difusión del tratamiento basado en antirretrovirales, en el que los investigadores han medido las consecuencias del programa en la esperanza de vida y en la extensión de la enfermedad (número de contagios).
En su primer estudio han recordado que, mientras la esperanza de vida se estaba alargando en la mayoría de las partes del mundo, el SIDA provocó la inversa en el sudeste de África desde los últimos años de los 80. XXI. A principios del siglo XX la situación persistía y era especialmente grave en KawaZulu-Natal: Entre 2000 y 2003, la esperanza de vida de los adultos pasó de 55,4 a 51,3 en las mujeres y de 49 a 46,9 en los hombres.
Los investigadores han demostrado que desde el inicio del programa hasta 2011 la esperanza de vida se ha alargado en 9 años en hombres y 11 en mujeres. Paralelamente, se ha producido un descenso de la depresión, el consumo de drogas y los suicidios. Los investigadores también han analizado el aspecto económico y han llegado a la conclusión de que el programa es muy beneficioso, ya que los beneficios son mucho mayores que los gastos, que son 26 veces mayores.
La segunda investigación se centra en la extensión de la enfermedad y afirma que los antiretrovirales han reducido considerablemente los casos de contaminación. El resultado es significativo, ya que las relaciones sexuales fuera de la pareja oficial son las habituales en la zona y pensaban que reducir la contaminación en este tipo de lugares era mucho más difícil. Sin embargo, se cree que los antirretrovirales han reducido el riesgo de transmisión del sida en un 38%.
Las investigaciones comenzaron en 2001 y finalizaron en 2011, con una participación de 101.000 personas. Además de la Universidad de KwaZulu Natal, las universidades de Harvard y Londres han participado en ambas investigaciones.