El manejo inmóvil de la electricidad, la eliminación de hilos y enchufes, es posible mediante sistemas que utilizan principios físicos comunes. Su aplicación requiere la elección del momento idóneo, ya que estos sistemas deben aplicarse cuando sean económicamente accesibles y estén dispuestos a ser aceptados por los consumidores.
Existen ya en pocos años innovaciones que pueden alterar drásticamente la distribución e instalación de electricidad.
Una de ellas es la denominada fuente eléctrica. La fuente eléctrica consta de dos elementos, una potencia emisora alimentada por un circuito electrónico de alta frecuencia y un receptor situado en el consumidor de corriente. El emisor y el receptor utilizan una bobina encerrada en un núcleo magnético. Cuando un útil (y la bobina que contiene) se coloca a la altura de la bobina de emisión, entre las dos bobinas se genera un flujo de inducción magnética que produce una fuerza electromotriz en el útil. El emisor es pequeño (tamaño pequeño de queso) y puede estar disimulado en cualquier lugar. La bobina receptora se puede disimular fácilmente en los pies de lámpara y en el interior de los útiles.
La segunda, denominada "Consor", elimina los hilos entre aparatos eléctricos e interruptores. Conmutación de aparatos mediante ondas de radio. El telemando y el aparato eléctrico trabajan en la misma radiofrecuencia. El emisor (telemando) se alimenta con una pila de 9V con un consumo mínimo. Para emitir la radio es suficiente, como en los telemandos convencionales, con pulsar el botón. Si bien en los telemandos convencionales es necesario estar delante del aparato al pulsar el mando, en este caso no es necesario.
Los obstáculos no paran la radio. La capacidad de telecontrán por ondas de radio es de 25 m en lugares cerrados y de 50 m en espacios abiertos. Por tanto, puedes apagar la luz del cuarto de baño, poner en marcha el horno de cocina o encender la calefacción de la habitación.
Cada aparato eléctrico debe incluir un receptor. Además, en cada uno de ellos se establecerá un código específico para cada emisor/receptor, de modo que sólo funcionen con el telemando de la casa. Si no, y dado que todos los telemandos trabajan a la misma frecuencia, al encender tu tele, puedes poner en marcha accidentalmente la lavadora del vecino de al lado.