Los virus salvajes de la gripe a veces adquieren forma de hilo, como por ejemplo los virus de este aspecto se han visto en la epidemia de gripe reciente en Hong Kong. Las semillas del laboratorio son generalmente esféricas.
El equipo dirigido por el microbiólogo británico Wendy Barclay, de la Universidad Reading de Gran Bretaña, ha analizado la diferencia de los virus en función de su apariencia. Así, en la posición 41 de la proteína M1, situada en la capa externa del virus, se ha comprobado que la presencia de la balina en lugar de la misma, confiere un aspecto alargado.
Esta pequeña diferencia parece influir en la forma de plegar la proteína. Por otro lado, los virus filamentosos parecen tener una mayor capacidad patógena. Tal vez de este modo, las membranas de las células son más fáciles de atravesar o ayudan a pegarlas. No obstante, los resultados de estos estudios servirán para obtener vacunas más eficaces contra la gripe.