Varios geólogos estudian el granito para descubrir cómo gestionar los residuos nucleares.
El granito se forma a medida que el magma se solidifica lentamente. Los geólogos dudaban de que el granito sufriera el calor de estos residuos radiactivos. De hecho, se pensaba que el granito se iba a fundir parcialmente y posteriormente solidificar rápidamente formando una estructura inestable de cristal. Pero hasta ahora nadie midió esa velocidad de refrigeración.
Sin embargo, en las investigaciones llevadas a cabo por geólogos británicos se ha constatado la posibilidad de enterrar el residuo nuclear en las tumbas de granito, a pesar de su rápida enfriamiento, ya que la mezcla de residuos y granito forma una estructura estable. Sin embargo, el proceso es irreversible y ello conlleva riesgos. De hecho, si en el futuro se produce algún problema, con este residuo no hay nada que hacer, no se podrá separar el granito de los residuos, ni siquiera si se desarrolla una mejor posibilidad de acumularlo.