Pronto desaparecerán las ratas de los laboratorios de la compañía Pharmagene, de Royston. La empresa continuará investigando nuevos medicamentos, pero a partir del año que viene ya no utilizará animales en sus sesiones, sino que los sustituirá directamente por órganos humanos.
El jefe de investigación de la empresa Bob Coleman afirma que “gracias a los avances en genética humana, hoy en día no es necesario hacer sufrir a los animales; queremos hacer medicamentos para el ser humano y podemos obtener la información necesaria para ello del genoma humano”. Para ello, es decir, para acceder a esta información será necesario obtener un “material humano” que, según parece, no será difícil.
Según Coleman, “el trabajo realizado en la concienciación de los donantes de sangre y de los donantes de órganos ha sido muy importante para poner en marcha un nuevo estilo de investigación que ahora vamos a romper. Tenemos que superar los recelos: la morcilla y los organeros nos harán un gran favor si nos damos sangre y órganos para que sean utilizados para la investigación”.