Las células humanas embrionarias derivadas de la transferencia nuclear de células somáticas (Human Embryonic Stem Cells Derived by Somatic Cell Nuclear Transfer) es el título del prestigioso artículo publicado por la revista especializada Cell. Como dice el título, el artículo explica la metodología para la obtención de células humanas embrionarias y, además, anticipa que abre una vía esperanzadora para tratar enfermedades hoy incurables: parkinson, esclerosis múltiple, lesiones medulares...
La investigación, dirigida por investigadores de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregón y del Centro de Investigación de Primates, es, según ellos, “revolucionaria”. En la nota de prensa de la Universidad, el jefe de investigación Shoukhrat Mitalipov confirma el éxito de la técnica: “El riguroso estudio de las células madre derivadas de esta técnica ha demostrado que [las células obtenidas por nosotros] tienen la misma capacidad que las células embrionarias convencionales para convertirse en otro tipo de células, como las células nerviosas y las células hepáticas y cardiacas”.
Además, indica que estas células madre no tienen riesgo de rechazo, ya que “contienen material genético del paciente”. Sin embargo, ha reconocido que “todavía tienen mucho que hacer” para desarrollar tratamientos seguros y eficaces basados en células madre. En la misma nota de prensa se ha puesto a disposición un gran número de materiales, entre los que se encuentra el vídeo resumen de la técnica utilizada:
Stem Cell Breakthrough Summarized by OHSU's Dr. Shoukhrat Mitalipov from OHSU Video on Vimeo.
El logro ha sorprendido a muchos científicos. De hecho, la mayoría había abandonado este camino, porque hasta ahora sólo había dado fracasos. Además, las noticias sobre esta técnica se recibían con frecuencia con un punto de recelo, porque todavía no se ha olvidado el fraude del investigador Woo Suk Hwang y porque se resucitan los problemas éticos, ya que la posibilidad de clonar al hombre estaría más cerca.
Así, muchos laboratorios están tratando de reprogramar células maduras para obtener de ellas otro tipo de células. Tampoco son rechazos y no generan problemas éticos. Precisamente, el año pasado, los investigadores demostraron que el premio Nobel de Medicina era capaz de convertir las células adultas en pluripotentes. Sin embargo, todavía no han conseguido afinar la técnica.
Así que la noticia ha atrapado a muchos científicos en ese esfuerzo. En cualquier caso, el trabajo realizado por Oregón ha sido elogiado por unos y otros (entre ellos, también se ha recordado con los Premios Nobel).
La investigación en sí misma es clara. Para la obtención de células madre embrionarias se ha utilizado la técnica clásica de transferencia de núcleo, pero para superar los obstáculos que tenían hasta ahora, se han realizado pequeños cambios en la metodología. Por ejemplo, los investigadores han utilizado los virus inactivados Sendai para unir el óculo con el material de células adultas, una descarga eléctrica para provocar el desarrollo del embrión y la cafeína para evitar la activación prematura del óvulo.
Ninguno de estos pasos es nuevo, pero los investigadores han acertado la combinación correctamente. Los investigadores han afirmado que ahora quieren comparar las suyas con las células madre que se obtienen con la reprogramación de células maduras y que los resultados son “emocionantes”.
En concreto, para la terapia con células alternativas, Gurutz Linazasoro, presidente e investigador de Inbiomed, ha recordado que ahora hay cuatro vías para la obtención de células: “Por un lado están las células madre maduras, que se obtienen fácilmente, pero que tienen una capacidad muy limitada para dar otro tipo de células. Por otro lado, las células madre de los embriones sobrantes de la fecundación in vitro; con el material genético del embrión”.
“Además de éstas, como explica Linazasoro, tenemos células reprogramadas, similares a las embrionarias, pero con información genética del paciente. El problema es que también tienen cuatro factores de transcripción que corren el riesgo de producir tumores y otros problemas. Y por último, tenemos las células madre que han conseguido ahora. Tienen la capacidad de dar tipos de células diferentes a las embrionarias, pero, aunque no tienen factores de transcripción, tienen el riesgo de producir tumores”.
Linazasoro cree que “la eficiencia será la clave” para predecir cuál será la que más posibilidades tendrá para avanzar por estos cuatro caminos. “Por ejemplo, la obtención de células madre a partir de embriones de fecundación in vitro es fácil, pero no tan fácil de transferir al tipo de célula que tú quieras. Y seguramente sucederá lo mismo con los embrionarios que han conseguido ahora por clonación. Los reprogramados son mejores en este sentido, ya que tienen cierta facilidad para convertirse en el mismo tipo de células que la célula adulta original”.
Al margen de la eficacia, las células madre clonadas tienen el inconveniente de la necesidad de óvulos. “Esto abre de nuevo la cuestión de los donantes de óvulos, si hay que pagar o no, etc. Y si vamos más lejos, también está el tema de la hibridación, es decir, la posibilidad de utilizar óvulos de otras especies. Esto genera dudas éticas”.
En cualquier caso, Linazasoro ha calificado el logro de Oregón como un paso adelante importante al generar nuevas oportunidades. Sin embargo, para otras aplicaciones, como la generación de modelos de estudio de enfermedades o la prueba de medicamentos, se considera que los reprogramados son mejores. “Actualmente trabajamos con ellos y están estandarizados. Están dando muy buenos resultados”, ha afirmado Linazasoro, y ha destacado el éxito que tienen en la industria farmacéutica porque “permiten acortar los plazos de investigación de los medicamentos”.