La secuenciación del genoma humano ha proporcionado a los científicos información valiosa, pero insuficiente. 30 billones de células del cuerpo humano poseen los mismos genes y los diferentes patrones de presión de los genes y la especialización celular son claves para el correcto funcionamiento del organismo. En 2016 se creó el Atlas de las Células Humanas, para identificar todo tipo de células humanas, y esta vez ha dado un paso importante en la formación del catálogo de células inmunológicas.
La revista Science ha dado cuenta de los dos logros más importantes: en primer lugar, un grupo ha determinado los tipos y características de las células inmunológicas en los órganos humanos. De hecho, hasta la fecha, las células de la inmunidad sanguínea han sido objeto de mayor atención, mientras que en esta ocasión se han identificado células de la inmunidad presentes en los órganos periféricos por su importancia en los mecanismos anti-enfermedades. Estas células protectoras se adaptan a los microambientes locales y adoptan características y especializaciones funcionales diferentes.
Para ello, han analizado las 330.000 células de la inmunidad extraídas de los tejidos de los 12 donantes muertos para identificar los patrones de presión en sus genes. De ahí han diferenciado más de 100 tipos de productos.
Por otra parte, han estudiado la relación entre células homólogas de la inmunidad de un tipo de tejido a otro. Así, se ha observado que en algunas familias de células inmunológicas se mantienen muchas similitudes entre los tejidos, como los macrófagos, y en otras, sin embargo, tienen características únicas en función del tejido, como los linfocitos T. Han creado una base de datos CellTypapel para gestionar toda esta información de células inmunitarias.
Inmunidad durante el desarrollo
Un segundo grupo aclara la transformación de las células de la inmunidad en el desarrollo del individuo, desde la fase embrionaria hasta la maduración. Se han estudiado muestras de los nueve órganos hematopoyéticos que producen células sanguíneas (saco vitelino, hígado y médula ósea) y órganos linfoides (timo, bazo y ganglios linfáticos). Pero además de estos órganos vitales en el desarrollo de las células inmunológicas, se han estudiado una serie de órganos periféricos (piel, riñones e intestinos) para comprender la transformación de las células en la migración del órgano de concepción a nuevos órganos.
Los investigadores señalan que para comprender las características y el desarrollo del sistema inmunológico es imprescindible comparar las células inmunológicas de los niños con las de los adultos y explicar qué genes se activan en cada fase del desarrollo. Por ejemplo, se han encontrado células B y T especiales que aparecen en las primeras etapas de la vida y que tienen una respuesta más rápida que las demás frente a los antígenos. Según los científicos, es posible que la prioridad del organismo sea una respuesta rápida a los patógenos en etapas tempranas.
400 células humanas secuenciadas
Por otra parte, un tercer estudio, más allá del sistema inmunológico, ha publicado otros resultados que conformarán el Atlas de las Células Humanas. Han identificado y secuenciado 400 tipos de asientos obtenidos de 24 órganos. El atlas, conocido como Tabula Sapiens, ha requerido la secuenciación de 500.000 células para su formación.