Investigadores británicos han conseguido convertir las células hepáticas de los renacuajos en células de arena y lo mismo han hecho en laboratorio con las células humanas. Para conseguirlo han introducido en las células hepáticas un gen que les conduce hacia el área: Gen Pdx1. De hecho, en el desarrollo del embrión, las células de hígado y de arena crecen de un tejido similar, un gen imprescindible para el desarrollo de las células de arena.
Parece ser que estos estudios han abierto una nueva vía para curar la diabetes: quizá se pueda conseguir que una parte del hígado de los diabéticos se convierta en una parte aún sana capaz de producir insulina.
Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer: los propios investigadores han reconocido que las células de área que han obtenido son, en primer lugar, funcionales. Después, se trata de demostrar que son capaces de curar ratones con diabetes y, por último, de probarlo en humanos.