Investigadores de la Universidad Rockefeller de Nueva York han dado un paso para desentrañar el mecanismo de silenciamiento génico. Para ello, investigan a una bacteria que vive en las chimeneas hidrotermales del fondo oceánico, Thermus thermophilus. El mecanismo de esta bacteria es similar al de los mamíferos, pero en el laboratorio es mucho más fácil trabajar con bacterias.
Así, han demostrado que un complejo proteico separa y divide las moléculas de ARN, lo que provoca el silenciamiento del gen. Se llama RNAinterference (RNA) y se produce de forma natural en la regulación de la expresión génica y en las infecciones por virus. Sin embargo, los investigadores desearían utilizarlo también en terapia. Por ello, es muy importante el avance realizado.