Desde el col hasta el arce, la forma de las hojas de varias plantas viene determinada por la misma familia de genes. Un grupo del Instituto Nacional de Investigación Agraria francés ha llegado a la conclusión de ello, analizando cuatro plantas que se separaron del antepasado común hace 125 millones de años. Los investigadores analizaron dónde se expresaban los dos genes de la familia génica mencionada y, posteriormente, vieron lo que ocurría si interrumpían su expresión. Pues bien, en todas las plantas estudiadas se observó que al silenciar los genes, las hojas, los foliolos y las aristas crecían sin forma definida.