Los modelos de laboratorio muestran la importancia de los dedos de sal en la mezcla de agua de los océanos y, por tanto, en el clima global, demostrando su corrección mediante observaciones directas.
La investigación se ha llevado a cabo al Este del Caribe y los oceanógrafos han utilizado como trazadores el hexafluoruro de azufre.
Las aguas oceánicas parecen homogéneas a simple vista, pero el agua templada y salada se está mezclando constantemente con agua fría dulce. Cuando estos dos tipos de agua se encuentran, el agua templada comienza a enfriarse, provocando el hundimiento (formación de estructuras similares a los dedos). El agua templada se enfría más a medida que se hunde, más rápido que la pérdida de sal, al tiempo que desplaza el agua fría y lo envía hacia arriba. De esta forma, el agua fría sigue mezclándose con el agua más templada de arriba.