Durante el debate sobre el agua en Marte, un geólogo australiano ha afirmado que los cañones del planeta rojo no fueron creados por el agua.
Nick Hoffman, de la Universidad de La Trobe en Melbourne, afirma que el cañón fue erosionado por algo parecido a la nube de cenizas que destruyó Pompeya. Según el geólogo, el dióxido de carbono líquido atrapado en el subsuelo salió de los cráteres del suelo y, debido al rápido cambio de presión, parte del líquido se convirtió en gas. A continuación se formaron nubes de gas, hielo seco, hielo de agua, polvo y residuos que, moviendo a toda velocidad, erosionaron el suelo y formaron cañones. Si la teoría es cierta, deberíamos reconocer que Marte nunca ha sido un planeta húmedo, al menos durante los últimos 3.500 millones de años.
Los expertos han afirmado que la teoría es interesante, pero han aparecido escépticos. Argumentos opuestos: que las nubes de gas no pueden erosionar cañones tan largos y que los cañones acaban en zonas muy llanas y extensas. Estas características vienen dadas por los cañones formados por el agua, por lo que se cree que en algún momento hubo agua en Marte.
El geólogo australiano, sin embargo, no comparte estos argumentos. Según él, la formación de los cañones de Marte requirió mucha agua para ser demasiado creíble, mientras que con un litro de dióxido de carbono líquido se pueden conseguir 250 litros de gas.