La construcción de una barrera de hielo en Fukushima no ha sido silenciada por la crítica

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

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Central nuclear de Fukushima. En el centro de la imagen se ven los tanques con agua radiactiva. Ed. copyright: Google Maps

Muchos expertos internacionales están muy preocupados por la mala gestión que se está llevando a cabo tras el desastre nuclear de Fukushima y la comunicación confusa. Prueba de ello es el título de la editorial de la revista Nature de esta semana: Fallo nuclear (Nuclear error). La situación se ha hecho tan grave que el gobierno japonés ha tenido que intervenir. De hecho, aunque hasta ahora el propietario de la central, la compañía Tepco, se ha encargado de gestionar los residuos y materiales radiactivos de la central, ahora el gobierno japonés se ha encargado de liderar el plan de emergencia. Destinará 358 millones de euros a la ejecución del plan y destinará la mayor parte del presupuesto a la construcción de una barrera de hielo.

La función de la barrera de hielo será frenar el vertido de agua radiactiva. De hecho, Tepco ha reconocido que desde las grietas de la central se vierte agua radiactiva al subsuelo, donde se mezcla con las aguas subterráneas y con ellas llega al mar. Algunos derrames han sido muy graves: la semana pasada, en un filtrado, se reconoció que se emitieron más de 300 toneladas de agua contaminada, lo que hizo que la escala INES alcanzaría el nivel 3 en la escala INES, que indica el grado de gravedad de los eventos que se producen en las instalaciones nucleares y radiológicas, situándose en el nivel más alto de la escala en los recientes desastres, 7, pero luego en el nivel 1.

La situación es muy complicada, ya que utilizan diariamente 400 mil litros de agua para enfriar los reactores nucleares afectados por el accidente. Esta agua queda contaminada y por el momento se está almacenando en los depósitos colocados en la parte trasera de la central. En total, tienen mil tanques y poco a poco se está tratando este agua eliminando los elementos radiactivos para su posterior desembocadura. Sin embargo, se está observando la existencia de derrames en los tanques (definidos por la editora de Nature como “bomba de reloj”) y se pretende construir una barrera de hielo con el objetivo de reparar los derrames tanto de los tanques como de la central.

Barrera insuficiente

Las barreras de hielo ya se han utilizado para frenar las aguas y los lodos contaminados, especialmente en las minas estadounidenses. Se basan en la congelación de la tierra. Para ello, introducen tuberías enterradas por las que circulan el líquido refrigerante. La tierra se congela y los líquidos quedan solidificados.

Se trata, por tanto, de utilizar este sistema en las proximidades de la central de Fukushima para frenar el vertido desde las grietas y evitar su mezcla con las aguas subterráneas. Será el más grande de todos los tiempos, pero más que medidas, otros aspectos han suscitado preocupación entre los expertos.

Mycle Schneider, experto en energía nuclear, por ejemplo, se ha mostrado muy pesimista en las declaraciones a la cadena CNN. El proyecto presenta grandes dificultades técnicas, especialmente por la energía necesaria para congelar una zona tan grande. Además, debido a su radiactividad, deberán adoptar medidas especiales de seguridad, lo que dificultará y ampliará los trabajos (adelantan un mínimo de un año). Otros problemas son la corrosión de materiales, el riesgo de terremotos, etc.

Además de la construcción de la barrera de hielo, el gobierno japonés tiene como objetivo lograr un sistema de limpieza del agua radiactiva, al que se destinará la otra parte del presupuesto comprometido. De hecho, con el sistema actualmente en uso (denominado ALPS) son capaces de eliminar la mayoría de los elementos radiactivos, a excepción del tritio. Por tanto, necesitan de un sistema de extracción de tritio del agua.

Sin embargo, tal y como denuncian en la editorial de Nature, estas medidas no son suficientes para solucionar el problema. Y a la vista de los malos resultados de la gestión realizada hasta el momento, hacen una propuesta: crear un equipo internacional de expertos, una solución para buscar juntos.

 

 

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