Con un sistema que emite pulsos láser muy cortos, han conseguido estudiar con más detalle el movimiento de electrones que se produce durante la fotosíntesis. En concreto, investigadores de la Escuela Universitaria de Dublín y del Imperial College de Londres han estudiado el movimiento de electrones que se produce en la proteína LH2 que participa en la fotosíntesis.
Una de las funciones de la proteína LH2 es romper las moléculas de agua y liberar los electrones de estas moléculas para que participen en el transporte de electrones que tiene lugar durante la fotosíntesis y que finalmente generen la energía necesaria para transformar el dióxido de carbono en azúcar.
Los científicos sabían que se produce este transporte de electrones, pero no sabían cómo se interaccionan los electrones con las moléculas que intervienen en la fotosíntesis. De hecho, las técnicas láser empleadas hasta ahora transformaban o destruían las proteínas de la fotosíntesis, ya que son muy sensibles.
Los investigadores citados han utilizado pulsos láser de sólo 100 femtosegundos de duración. Estos pulsos han sido suficientes para detectar interacciones dentro de la proteína LH2, pero demasiado cortos para transformar la proteína.