En septiembre, el estudio reveló que en la atmósfera de Venus se había detectado fosfano en los medios de comunicación. En esta ocasión, la propia revista Nature Astronomy publicará un trabajo que lo desmiente en el apartado de Matters Arising que publica dudas sobre los artículos publicados en la revista.
Los autores del nuevo trabajo afirman que han revisado los datos de los telescopios JCMT y ALMA, y que los resultados publicados en septiembre son erróneos, ya que pueden deberse a un problema de calibración detectado en el mismo. Mediante la calibración y análisis independiente de los datos ALMA y la utilización de diversas herramientas de análisis interferométrico han concluido que no hay evidencia suficiente para asegurar la presencia de fosfatos en la atmósfera de Venus.