Las indicaciones sanitarias y nutricionales de las leche no tienen fundamento científico

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

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Ed. Archivístico

Entre los años 2020-2022, el análisis de las observaciones de queso de quince países de todo el mundo concluye que la mayoría de las afirmaciones no contienen referencias científicas que lo respalden y que, incluso en las que las tienen, no es suficiente consistente.

El estudio, publicado en la revista científica BMJ, ha dejado claro desde el principio que la leche de pecho es el alimento más adecuado para los niños. También han advertido que existen muchos factores que influyen en la decisión de alimentar al niño —médicos, sociopolíticos y psicológicos—, entre los que destaca la propaganda de la industria de la leche. Así lo corrobora también la editorial que acaba de publicar The Lancet (título, literalmente: Sinónimo de industria).

Así, han analizado las notas de salud y nutrición de más de 700 productos para ver hasta qué punto están basadas en la evidencia científica. Se han considerado productos de 15 países diferentes: España, Alemania, Italia, Reino Unido, Australia, Canadá, India, Japón, Nigeria, Noruega, Pakistán, Rusia, Arabia Saudí, EEUU y República Sudafricana. Y unos 600 productos tenían al menos una nota de este tipo. En más de la mitad aparecía algo parecido a esto: “contribuye al desarrollo del cerebro o sistema nervioso”. La segunda más habitual decía que consolidaba el sistema inmunitario.

Estas supuestas influencias aparecían asociadas a un variado componente, pero sólo una cuarta parte hacía referencia a los ensayos clínicos. Estos ensayos clínicos, sin embargo, eran muy débiles y presentaban sesgos.

Los investigadores afirman que los reglamentos sobre leche deben ser más estrictos para proteger a los consumidores.

 

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