Desde hace tiempo se sabe que el flúor ayuda a proteger los dientes, pero los investigadores no sabían cómo hacerlo. Pues bien, un grupo de cristalógrafos ha descubierto que el flúor ayuda a fijar el calcio de los dientes. Las sustancias ácidas provocan que el esmalte dental pierda calcio y que poco a poco el diente se disuelva.
La adhesión del flúor a los iones de calcio permite que la superficie del diente no pierda calcio. Sin embargo, se dice que el flúor queda muy superficial, por lo que se pierde fácilmente al masticar. Por ello, se comenta la conveniencia de un uso frecuente del flúor.