En la época en que el sol calentaba poco, además del hielo había agua líquida en la Tierra. Los científicos no han entendido hasta el momento por qué, pero algunos restos de lluvia fósiles encontrados en Sudáfrica han contribuido a entenderlo.
Era una paradoja. Hace 2.700 millones de años, el Sol no calentaba mucho porque era joven, tenía menor densidad que la actual y el hidrógeno se fusionaba a menor nivel. Al suelo llegaba poco calor y no había razón para la existencia de agua líquida. Pero hay muchos restos de agua líquida tallados en las piedras de la época.
Estas huellas indican que la temperatura de la atmósfera de la época no era muy baja y hay dos posibles explicaciones de que eso era así, ambas relacionadas con la atmósfera. La primera explicación es que la atmósfera de la época reflejaba menos luz que la actual. De esta manera, al reflejarse al espacio se “perdía” menos calor. La segunda explicación es el efecto invernadero; si las cantidades de dióxido de carbono, metano y otros gases eran elevadas, la atmósfera estaría a la temperatura de agua líquida. Entre las condiciones de esta hipótesis se encuentra que la atmósfera de la época debía ser más o menos densa que la actual.
Así lo han demostrado algunos científicos de la Universidad de Washington utilizando un impacto fósil de las gotas de lluvia. Son huellas del impacto de las gotas, orificios. La profundidad de estos orificios indica la velocidad a la que las gotas golpearon contra la tierra. Y esta velocidad depende de la densidad de la atmósfera: cuanto más densa es la atmósfera, más lenta es la caída de las gotas de lluvia. Midiendo el fósil, los científicos de Washington han llegado a la conclusión de que la densidad atmosférica de la época era similar a la actual, aunque admiten incluso un posible grado de error. Estas gotas pueden ser especialmente grandes, según ellos.
Sin embargo, se estima que hace unos 2.700 millones de años la atmósfera tenía una densidad suficiente para contener muchos dióxido de carbono y metano, y que el efecto invernadero permitía disponer de agua líquida. Los restos de las gotas de lluvia han explicado por qué en la Tierra había gotas de lluvia en aquella época.