La mosca drosophila tiene cuatro niveles de memoria, de los cuales sólo fija dos en el cerebro. Ahora, los investigadores han aclarado cuál es la relación entre ambos y han conseguido ver si una memoria provoca un cambio en las conexiones entre neuronas.
Los científicos han investigado el sistema de memoria de la mosca utilizando olores y descargas eléctricas. Se descargan cada vez que les ofrecen un determinado olor, de manera que la mosca los relaciona. Con este experimento han confirmado que las conexiones entre neuronas se modifican mediante marcas fluorescentes.
Además, se han clarificado algunas características del funcionamiento de los niveles de memoria. Los recuerdos a corto y medio plazo no se fijan en el cerebro de la mosca, pero ayudan a pasar a un tercer nivel para que se fijen en él. A este nivel se le denomina memoria resistente a la anestesia.
Por último, cuando algo aprendido se fija en la memoria a largo plazo, se elimina del nivel resistente a la anestesia. No se queda a la vez en ambos niveles. Según los científicos, esto significa que los dos tipos de memoria no están ubicados en las dos zonas del cerebro.