Al menos un grupo de biólogos colombianos y venezolanos advierten de que es posible. De hecho, los últimos datos confirman que la población de cocodrilos del río Orino ha disminuido considerablemente y puede estar en peligro de extinción. Parece ser que la principal causa de esta nueva masacre es la caza sin medidas.
Hace 20 años se empezó a formar el último "censo" sobre la población de cocodrilos de Crocodylus intermedius o Orinoko. A pesar de que en 1976 se encontraron 280 ejemplares de cocodrilos, según los datos de este año la población ya ha llegado a la mitad. Según los biólogos, estos datos tardarán alrededor de un año en completarse y poder sacar conclusiones.
Por el momento lo que se ha explicado claramente es que los programas de protección deberán ponerse en marcha inmediatamente si se quiere asegurar la continuidad del cocodrilo de Orinoko. Si no se hiciera así, aseguran los miembros del equipo encargado de la investigación, el bello reptil que dominaba el río hasta 1930 será el mítico protagonista de las leyendas para las siguientes generaciones.