Cuando a las poblaciones de una determinada especie les toca vivir en entornos separados y diferentes, evolucionan para adaptarse a ellas y muchas veces llegan a ser dos especies diferentes.
El investigador de la Universidad de Massachusetts, Andrew Hendry, ha estudiado la evolución de los salmones liberados en el lago Whashington, con el fin de conocer el tiempo durante el que se produce la especiación y ha comprobado que entre 12 y 14 generaciones han sido suficientes para crear dos de una especie. El proceso se desarrolla en 9 generaciones en moscas de frutas. Estas velocidades medidas son 10 veces las más rápidas observadas hasta el momento y indican que la especiación se produce en menos generaciones de las esperadas.