No hay recogedores de basuras en el espacio

Lanzar al espacio satélites, cohetes, etc. es fácil, sí, pero ¿quién recibe después los residuos que ya no sirven para nada o que se producen por accidentes? Pues nadie. Ahí quedan girando alrededor de la tierra. La mayor parte de la basura queda en la órbita inferior, es decir, a unos 2.000 km de altitud sobre la superficie terrestre. El resto queda en órbita geoestable a unos 36.000 km de altitud.

En las observaciones realizadas mediante radares y telescopios ópticos se han detectado cerca de 9.000 objetos de más de 40 cm, de los cuales sólo 700 son satélites en funcionamiento. Estos objetos, sin embargo, no son muy peligrosos. Los fragmentos de menos de 20 cm que pueden causar un impacto con una nave espacial y causar daños más graves, estiman que pueden superar los 150.000.

Parece que con la tecnología actual no es posible recoger esta basura, por lo que la única solución es generar la menor cantidad de basura posible. Para ello, la Agencia Espacial Europea (ESA) propuso en Alemania, en su tercer congreso sobre la basura espacial, dos medidas: por un lado, evitar explosiones espaciales y, por otro, la entrada en la atmósfera terrestre de satélites que no van a ser utilizados más.

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