En empresas, casas, edificios, etc. siempre hay aspectos o aulas especiales. La conservación de secretos, la existencia de materiales peligrosos o cualquier otra circunstancia hace que no sea conveniente el acceso a estos lugares especiales.
Además de colocar llave a la puerta, en los últimos años se han utilizado tarjetas de pista magnética. El lector de tarjetas recibe los datos en la puerta cuando la tarjeta entra en el agujero y se ajusta a la información que tiene registrada en la memoria, abre la puerta. Sin embargo, esta tarjeta tiene algunos inconvenientes: la pista se puede desmagnetizar y la persona tiene que llevar la tarjeta encima.
Desde entonces también se han extraído tarjetas de inducción magnética, y su principal ventaja es que la tarjeta no tiene que entrar en el agujero del lector. Son utilizados por abonados de autopistas francesas para pagar el peaje. Esta tarjeta de inducción magnética se acerca a un cristal y los datos se recogen automáticamente por detrás del cristal. Al estar basados en un chip electrónico es muy difícil falsificar las tarjetas de inducción, mucho más difícil que las tarjetas magnéticas anteriores. Sin embargo, tanto una como la otra se pueden olvidar, perder o robar.
Para superar todos estos obstáculos, los investigadores están desarrollando tres sistemas basados en la biometría: el que analiza la voz de la persona, conoce la forma de la mano e identifica la forma de la retina del ojo.
“Fichet” ha desarrollado los dos últimos sistemas. Al que conoce la forma de la mano le ha llamado ID3D y tiene un funcionamiento simple. En primer lugar, la persona que quiera acceder a la sala especial debe crear un código confidencial y después colocar su mano en un lector. Hay videocámaras que tras “leer” la mano en tres dimensiones y convertir los datos en números se transmiten al ordenador. Dado que los datos de esa persona concreta ya están en el ordenador, se comparan y si coinciden se abre la puerta. Este sistema tiene en cuenta los parámetros de volumen de la mano, por lo que si la mano está manchada de tinta, vendada o con anillo en el dedo, la puerta se abrirá.
La identificación de la retina es aún más exacta; se puede decir que es como comparar las marcas de los dedos. Pero analizar la retina ocular de la persona no es nada fácil y los investigadores de “Fichet” se han limitado a estudiar un trozo de retina. El aparato de análisis no está en contacto con el ojo. Sólo se debe fijar en un punto de luz de la pantalla.
El análisis de la retina se realiza por rayos infrarrojos. Un diodo emisor explora la forma circular de la retina. Los rayos infrarrojos se reflejan y posteriormente, convertidos en números, se envía la información al ordenador para compararla con la existente.