A pesar de dejar de fumar, el riesgo de cáncer de pulmón es alto. Parece que persisten los daños genéticos causados por el tabaco en las células pulmonares, que se acumulan en la siguiente generación celular.
Para prevenir el cáncer de pulmón, los investigadores se han centrado en las primeras señales de alarma corporal. Una de estas señales es la disminución de la expresión de un gen, el gen del receptor del ácido retinoico. Sin embargo, los investigadores de la Universidad de Texas han conseguido aumentar la expresión de este gen. Para ello, algunos exfumadores han sido tratados con una sustancia que se asocia a estos receptores.
El aumento de la expresión génica ha puesto de manifiesto la desaparición de otros indicadores de cáncer. Por lo tanto, los investigadores creen que se ha abierto una nueva vía para buscar fármacos que reduzcan el riesgo de cáncer de pulmón.