Un equipo de investigadores de la Universidad de Rochester ha desarrollado una técnica de demostración de células oscuras de la retina. Estas células no reciben luz, pero son imprescindibles para reactivar constantemente a quienes la reciben. Por ello, muchas enfermedades oculares están relacionadas con la degeneración de células oscuras y la nueva técnica puede ayudar al diagnóstico antes de que el propio paciente perciba síntomas.
La técnica se sirve de toxinas causantes de la enfermedad. Son moléculas que presentan un poco de fluorescencia. Los investigadores iluminan la retina con luz verde y azul y, si hay toxinas, las células oscuras emiten luz fluorescente. Sin embargo, se trata de una luz de muy baja intensidad en la que los investigadores han tenido que utilizar una técnica óptica de adaptación que se utiliza en los telescopios para detectar la fluorescencia. La técnica permitirá investigar el propio proceso degenerativo.