El Instituto Estadounidense de Tecnologías y Estándares (NIST) presenta un reloj experimental basado en las oscilaciones de un átomo de mercurio. Ese reloj es tan preciso que en 400 millones de años no ganará ni perderá un segundo. El reloj tiene un ion de mercurio a baja temperatura dentro de una celda electromagnética. En esta situación, el ion vibra a la frecuencia de la luz visible.
Si los investigadores internacionales acuerdan construir un reloj basado en el átomo de mercurio, éste sustituirá a los relojes que utilizan el átomo de cesio. Los relojes que miden las oscilaciones del cesio pierden o ganan un segundo cada 70 millones de años. Además, el átomo de la cesión vibra a la frecuencia de las microondas y el átomo del mercurio a la frecuencia de la luz visible. Debido a la mayor frecuencia del átomo de mercurio, el tiempo de oscilación puede dividirse en más unidades, por lo que se gana precisión.
Si sustituye al reloj basado en el átomo de cesio, el nuevo reloj que mide las oscilaciones del mercurio tendrá muchas aplicaciones. Además de calibrar los relojes mundiales, será responsable de sincronizar los sistemas de navegación, posición y comunicaciones por red y satélite. Además, servirá para investigar si ciertas constantes de la Física varían a lo largo del tiempo.