La Unión Europea ha decidido prohibir el uso de tres insecticidas neoniquinoides. Según un estudio publicado en la revista Nature en febrero de 2018, en los campos tratados con pesticidas, las abejas y otros polinizadores reciben niveles peligrosos de neonicocotinoides a través del polvo de flores. Causan parálisis y muerte, llegando a la conclusión de que pueden poner en peligro las poblaciones de abejas.Tras varios años de debate, deciden prohibir la clotianidina, la imidacloprida y el tiametoxam.
La nueva medida se pondrá en marcha a finales de año, pero se aclara que la prohibición sólo se aplicará al aire libre. Es decir, se podrá utilizar en invernaderos fijos, pensando que las abejas tendrán acceso restringido.