En la plataforma Sleiper Field, que explota el gas del Mar del Norte, se está realizando un experimento desde 1996. Allí extraen metano bajo el mar para utilizarlo como combustible. Normalmente, el dióxido de carbono que se genera en la separación del metano se emite simplemente a la atmósfera. Pero allí enterran el dióxido de carbono bajo el fondo del mar. Los investigadores han demostrado que el dióxido de carbono queda enterrado. En total, 5 millones de toneladas de dióxido de carbono han sido enterradas en este lugar.
Ya se han propuesto soluciones similares para solucionar el problema del dióxido de carbono que generan los combustibles fósiles. Han demostrado sus buenos resultados en el Mar del Norte y consideran que, además de ser útil para las compañías que extraen gas y petróleo, también puede ser válido para las productoras de electricidad.