La industria farmacéutica no realiza correctamente su trabajo para analizar la posible incidencia de los medicamentos que quieren comercializar en las mujeres. Así lo dice un informe presentado al Congreso de los Estados Unidos. Según este informe, los procedimientos facilitados por la organización “Food and Drug Administration” (FDA) para comercializar medicamentos en este país no se cumplen adecuadamente para las mujeres, e incluso la propia organización no ha controlado adecuadamente el procedimiento en estos casos.
El informe analiza el caso de 53 nuevos medicamentos aprobados entre 1988 y 1991. El informe señala que en uno de cada tres tests realizados con mujeres no se ha alcanzado la cifra de 250 establecida por la FDA. Este número es el mínimo establecido para detectar diferentes reacciones por sexos.
En 8 de los 13 medicamentos para enfermedades cardiovasculares no se había realizado suficiente ensayo en mujeres, a pesar de que las que provocan la mayor mortalidad femenina eran esas enfermedades, y en un solo caso la proporción de mujeres entre los sujetos de la prueba se correspondía con la proporción de mujeres entre los pacientes que debían medicamento.
Entre estos 52 fármacos sólo en 12 casos se ha estudiado la interacción con anticonceptivos orales o hormonas femeninas.
El informe recomienda a las empresas responsables de los análisis clínicos de medicamentos y a la FDA asegurarse de que las características de las personas utilizadas en los tests se aproximan lo máximo posible a las características del segmento de población que lo utiliza. Y entre estas características destaca que el sexo no es en absoluto despreciable, ya que está demostrado que en muchas ocasiones los medicamentos pueden tener una influencia diferente entre hombres y mujeres.