Un grupo de genéticos de la Universidad de California ha concluido que los perros pequeños nacieron en Oriente Medio, siguiendo el gen que separa a los perros grandes y pequeños. Se ha comprobado que todos los perros pequeños presentan una determinada variante del gen IGF1, mientras que en los perros grandes rara vez aparece esta variante. En los cánidos silvestres tampoco se ha encontrado esta variante, salvo en algunos lobos de Oriente Medio. Al tratarse de una misma variante en todas ellas, los investigadores aseguran que de estos lobos surgieron casi probablemente los perros pequeños, un solo antepasado.