Las enormes erupciones de gas que sustentan las tormentas solares han visto influir en el ciclo del campo magnético solar. Un grupo de físicos de la NASA analiza las siete mil erupciones de gas recogidas por el satélite SOHO para la investigación.
Las erupciones de gas en tormentas solares eliminan los restos de antiguos campos magnéticos cercanos a los polos, lo que permite, entre otras cosas, invertir cada once años la zona polar del Sol.